La orden ejecutiva, que debía expirar el 2 de junio, fue renovada el lunes en la noche por el gobernador, la cual da a los propietarios e inquilinos más tiempo en sus hogares si no pueden hacer sus pagos de la hipoteca o el alquiler debido a la pandemia; sin embaro, no proporciona alivio financiero a los inquilinos y propietarios. La orden solo evita que sean desalojados o reposeidos hasta el próximo mes.
La orden original de DeSantis se emitió a principios de abril y se extendió en mayo. La extensión adicional podría significar que habrá aún más desalojos y ejecuciones hipotecarias una vez que llegue el 1 de julio.
El abogado de Saul Ewing Arnstein & Lehr, Michael Denberg, dijo que habrá una acumulación de desalojos, en parte porque algunos inquilinos ya estaban bajo estrés financiero cuando la pandemia golpeó el sur de Florida. Pero algunos expertos advierten que una avalancha de inquilinos y propietarios podrían verse obligados a abandonar sus hogares cuando se levante la orden.
Más de 1 millón de floridanos han solicitado el beneficio de desempleo, y varios propietarios de hoteles y tiendas han despedido o suspendido a sus empleados en el sur de Florida debido a la pandemia. Después de aproximadamente dos meses de cierres ordenados por el gobierno, los minoristas y ahora los hoteles han comenzado a reabrir, recuperando parte de su fuerza laboral anterior a Covid-19.
El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, suspendió toda actividad de desalojo a mediados de marzo. A mediados de mayo, la jueza principal Bertila Soto del Undécimo Circuito Judicial de Florida ordenó que el tribunal cumpla con una disposición de la Ley CARES, indicando que los inquilinos que viven en propiedades con subsidios federales o donde el propietario tiene una hipoteca respaldada por el gobierno federal, no se le puede dar aviso de desalojo hasta el 25 de julio. El aviso de 30 días requerido significa que tendrían hasta el 23 de agosto para desalojar sus hogares.
Informacion recopilada de "The Real Deal"